Como ya hacía tiempo que no publicaba nada, no me costó demasiado decidir cuál ha sido el disco que más me ha roto el coco y el corazón los últimos días. Y es que de cuando en cuando y mientras coloco álbumes lo vuelvo a encontrar y descubrir una y otra vez.
"El eterno femenino" es eso mismo, un disco eterno que compila algunas de las canciones de pop electrónico que más feliz te pueden hacer, un álbum que me atrapa una y otra vez desde la portada a algunos de sus toscos sonidos ochenteros.
"Cita en Hawaii", "Aquella canción de Roxy" o la propia "El eterno femenino" son algunos de los cortes que me atraparon y que convirtieron este disco en unos de mis preferidos de la época. Pero es tal vez "Aquella chica" la que me enamoró definitivamente y la que disfrutaríamos versionada por "Los Fresones rebeldes" en su disco de debut.
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